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Marzo del 2008


Analizando nuestra vida de amor ada día (III).

¿AMAMOS DE VERDAD?.

Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas; contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos; es comprender que detrás de su careta y su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de una mano amiga, sediento de una sonrisa sincera en la que pueda sentirse en casa; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconciencia, y darte cuenta de que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni siquiera en sí mismo; es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente su infinita grandeza como una expresión única e irrepetible de la vida.

"Aunque hable las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Aunque tenga el don de profecía, y conozca todos los misterios y toda la ciencia; aunque tenga plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo amor, nada soy. Aunque reparta todos mis bienes, y entregue mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, nada me aprovecha.

El amor es paciente, es amable; el amor no es envidioso, no es jactancioso, no se engríe; es decoroso; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. El amor no acaba nunca".

Analizando el punto primero de este texto y adaptándolo a nuestra realidad de pareja, podemos ver que podemos estar haciendo muchas cosas por la relación, que nosotros consideramos de amor (hacer muchos regalos, sacrificarme trabajando, "quemarme" mi cuerpo haciendo sacrificios y todo tipo de privaciones, tener muchos detalles ...), pero todo eso puede que no lo esté haciendo, de verdad, por amor sino para que mi pareja esté tranquila, para que no me dé la lata, para tenerla contenta y así yo poder estar más libre para hacer "mis cosas" ... o por otras razones similares... en lo que hay más egoísmo que amor.

Lo que, de verdad, puede ser un espejo en el que yo pueda ver si lo que yo hago es realmente amor, es el segundo punto, analizando los "frutos" o resultados de eso que yo llamo amor, a saber: ¿Soy siempre paciente? ¿soy capaz de aguantar con paz cualquier cosa que haga mi pareja, aunque a mí no me guste? ¿Le creo todo lo que me dice? ¿Lo aguanto todo? ¿Lo espero todo? ¿Le excuso todo? ...

Me puedes decir, y con verdad, que ése sería un amor perfecto, que el tuyo no llega tan lejos, porque eres un ser humano que tiene unas necesidades .... Y es normal, porque en tu relación no existe sólo amor, sino que, como decimos al comienzo, hay sí una parte de amor, pero también hay una parte de egoísmo, y que es la parte que lleva a satisfacer tus necesidades.

Pero sí que es conveniente que te des cuenta qué es de verdad amor y qué es egoísmo, y que en tu pareja potencies el amor y vayas poco a poco eliminando el egoísmo. Así podrás darte cuenta de que los problemas que pueda existir estarán motivados por el egoísmo tuyo y por el que normal y lógicamente tendrá también tu pareja.

Y de ese juego, de ese análisis, de buscar entre los dos con toda ilusión y cariño, sin los consabidos reproches, la parte de egoísmo que hay en cada uno, de las actuaciones concretas de cada uno, con la ayuda del otro, de la ilusión que ambos pongan en ello, de idear cómo ir eliminando la parte de egoísmo que hay en cada uno, dependerá mucho la marcha de la pareja.

Hace unos días me vino por correo electrónico un texto titulado "Amar a un ser humano", que considero muy adecuado y que sería como un programa de revisión-actuación en este tema del amor. Lo transcribo a continuación. Después de cada punto, yo le he añadido, en letra cursiva-itálica, una pregunta que te puede ayudar a reflexionar, pero que no es la mejor ni la única pregunta que tú te puedes hacer. Dice así:

Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas; contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos; es comprender que detrás de su careta y su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de una mano amiga, sediento de una sonrisa sincera en la que pueda sentirse en casa; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconciencia, y darte cuenta de que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni siquiera en sí mismo; es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente su infinita grandeza como una expresión única e irrepetible de la vida.

Lo que, de verdad, puede ser un espejo en el que yo pueda ver si lo que yo hago es realmente amor, es el segundo punto, analizando los "frutos" o resultados de eso que yo llamo amor, a saber: ¿Soy siempre paciente? ¿soy capaz de aguantar con paz cualquier cosa que haga mi pareja, aunque a mí no me guste? ¿Le creo todo lo que me dice? ¿Lo aguanto todo? ¿Lo espero todo? ¿Le excuso todo? ...

Me puedes decir, y con verdad, que ése sería un amor perfecto, que el tuyo no llega tan lejos, porque eres un ser humano que tiene unas necesidades .... Y es normal, porque en tu relación no existe sólo amor, sino que, como decimos al comienzo, hay sí una parte de amor, pero también hay una parte de egoísmo, y que es la parte que lleva a satisfacer tus necesidades.

Pero sí que es conveniente que te des cuenta qué es de verdad amor y qué es egoísmo, y que en tu pareja potencies el amor y vayas poco a poco eliminando el egoísmo. Así podrás darte cuenta de que los problemas que pueda existir estarán motivados por el egoísmo tuyo y por el que normal y lógicamente tendrá también tu pareja.

Y de ese juego, de ese análisis, de buscar entre los dos con toda ilusión y cariño, sin los consabidos reproches, la parte de egoísmo que hay en cada uno, de las actuaciones concretas de cada uno, con la ayuda del otro, de la ilusión que ambos pongan en ello, de idear cómo ir eliminando la parte de egoísmo que hay en cada uno, dependerá mucho la marcha de la pareja.

Hace unos días me vino por correo electrónico un texto titulado "Amar a un ser humano", que considero muy adecuado y que sería como un programa de revisión-actuación en este tema del amor. Lo transcribo a continuación. Después de cada punto, yo le he añadido, en letra cursiva-itálica, una pregunta que te puede ayudar a reflexionar, pero que no es la mejor ni la única pregunta que tú te puedes hacer. Dice así:

Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas; contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos; es comprender que detrás de su careta y su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de una mano amiga, sediento de una sonrisa sincera en la que pueda sentirse en casa; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconciencia, y darte cuenta de que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni siquiera en sí mismo; es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente su infinita grandeza como una expresión única e irrepetible de la vida.

Analizando el punto primero de este texto y adaptándolo a nuestra realidad de pareja, podemos ver que podemos estar haciendo muchas cosas por la relación, que nosotros consideramos de amor (hacer muchos regalos, sacrificarme trabajando, "quemarme" mi cuerpo haciendo sacrificios y todo tipo de privaciones, tener muchos detalles ...), pero todo eso puede que no lo esté haciendo, de verdad, por amor sino para que mi pareja esté tranquila, para que no me dé la lata, para tenerla contenta y así yo poder estar más libre para hacer "mis cosas" ... o por otras razones similares... en lo que hay más egoísmo que amor.

Lo que, de verdad, puede ser un espejo en el que yo pueda ver si lo que yo hago es realmente amor, es el segundo punto, analizando los "frutos" o resultados de eso que yo llamo amor, a saber: ¿Soy siempre paciente? ¿soy capaz de aguantar con paz cualquier cosa que haga mi pareja, aunque a mí no me guste? ¿Le creo todo lo que me dice? ¿Lo aguanto todo? ¿Lo espero todo? ¿Le excuso todo? ...

Me puedes decir, y con verdad, que ése sería un amor perfecto, que el tuyo no llega tan lejos, porque eres un ser humano que tiene unas necesidades .... Y es normal, porque en tu relación no existe sólo amor, sino que, como decimos al comienzo, hay sí una parte de amor, pero también hay una parte de egoísmo, y que es la parte que lleva a satisfacer tus necesidades.

Pero sí que es conveniente que te des cuenta qué es de verdad amor y qué es egoísmo, y que en tu pareja potencies el amor y vayas poco a poco eliminando el egoísmo. Así podrás darte cuenta de que los problemas que pueda existir estarán motivados por el egoísmo tuyo y por el que normal y lógicamente tendrá también tu pareja.

Y de ese juego, de ese análisis, de buscar entre los dos con toda ilusión y cariño, sin los consabidos reproches, la parte de egoísmo que hay en cada uno, de las actuaciones concretas de cada uno, con la ayuda del otro, de la ilusión que ambos pongan en ello, de idear cómo ir eliminando la parte de egoísmo que hay en cada uno, dependerá mucho la marcha de la pareja.

Hace unos días me vino por correo electrónico un texto titulado "Amar a un ser humano", que considero muy adecuado y que sería como un programa de revisión-actuación en este tema del amor. Lo transcribo a continuación. Después de cada punto, yo le he añadido, en letra cursiva-itálica, una pregunta que te puede ayudar a reflexionar, pero que no es la mejor ni la única pregunta que tú te puedes hacer. Dice así:

Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas; contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos; es comprender que detrás de su careta y su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de una mano amiga, sediento de una sonrisa sincera en la que pueda sentirse en casa; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconciencia, y darte cuenta de que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni siquiera en sí mismo; es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente su infinita grandeza como una expresión única e irrepetible de la vida.

Analizando el punto primero de este texto y adaptándolo a nuestra realidad de pareja, podemos ver que podemos estar haciendo muchas cosas por la relación, que nosotros consideramos de amor (hacer muchos regalos, sacrificarme trabajando, "quemarme" mi cuerpo haciendo sacrificios y todo tipo de privaciones, tener muchos detalles ...), pero todo eso puede que no lo esté haciendo, de verdad, por amor sino para que mi pareja esté tranquila, para que no me dé la lata, para tenerla contenta y así yo poder estar más libre para hacer "mis cosas" ... o por otras razones similares... en lo que hay más egoísmo que amor.

Lo que, de verdad, puede ser un espejo en el que yo pueda ver si lo que yo hago es realmente amor, es el segundo punto, analizando los "frutos" o resultados de eso que yo llamo amor, a saber: ¿Soy siempre paciente? ¿soy capaz de aguantar con paz cualquier cosa que haga mi pareja, aunque a mí no me guste? ¿Le creo todo lo que me dice? ¿Lo aguanto todo? ¿Lo espero todo? ¿Le excuso todo? ...

Me puedes decir, y con verdad, que ése sería un amor perfecto, que el tuyo no llega tan lejos, porque eres un ser humano que tiene unas necesidades .... Y es normal, porque en tu relación no existe sólo amor, sino que, como decimos al comienzo, hay sí una parte de amor, pero también hay una parte de egoísmo, y que es la parte que lleva a satisfacer tus necesidades.

Pero sí que es conveniente que te des cuenta qué es de verdad amor y qué es egoísmo, y que en tu pareja potencies el amor y vayas poco a poco eliminando el egoísmo. Así podrás darte cuenta de que los problemas que pueda existir estarán motivados por el egoísmo tuyo y por el que normal y lógicamente tendrá también tu pareja.

Y de ese juego, de ese análisis, de buscar entre los dos con toda ilusión y cariño, sin los consabidos reproches, la parte de egoísmo que hay en cada uno, de las actuaciones concretas de cada uno, con la ayuda del otro, de la ilusión que ambos pongan en ello, de idear cómo ir eliminando la parte de egoísmo que hay en cada uno, dependerá mucho la marcha de la pareja.

Hace unos días me vino por correo electrónico un texto titulado "Amar a un ser humano", que considero muy adecuado y que sería como un programa de revisión-actuación en este tema del amor. Lo transcribo a continuación. Después de cada punto, yo le he añadido, en letra cursiva-itálica, una pregunta que te puede ayudar a reflexionar, pero que no es la mejor ni la única pregunta que tú te puedes hacer. Dice así:

Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas; contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos; es comprender que detrás de su careta y su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de una mano amiga, sediento de una sonrisa sincera en la que pueda sentirse en casa; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconciencia, y darte cuenta de que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni siquiera en sí mismo; es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente su infinita grandeza como una expresión única e irrepetible de la vida.

¿Soy capaz de "buscar" al verdadero ser humano al que amo, más allá o por encima de sus apariencias o me fijo en sus hechos, sin pensar en sus hondos y verdaderos motivos y en los conflictos internos que puede tener, sus miedos, los "mecanismos de defensa" que la "vida" le ha hecho sentirse necesitado de utilizar?

Amar a un ser humano es brindarle la oportunidad de ser escuchado con profunda atención, interés y respeto; aceptar su experiencia sin pretender modificarla sino comprenderla; ofrecerle un espacio en el que pueda descubrirse sin miedo a ser calificado, en el que sienta la confianza de abrirse sin ser forzado a revelar aquello que considera privado; es reconocer y mostrar que tiene el derecho inalienable de elegir su propio camino, aunque éste no coincida con el tuyo; es permitirle descubrir su verdad interior por sí mismo, a su manera: apreciarlo sin condiciones, sin juzgarlo ni reprobarlo, sin pedirle que se amolde a tus ideales, sin exigirle que actúe de acuerdo con tus expectativas; es valorarlo por ser quien es, no por como tú desearías que fuera; es confiar en su capacidad de aprender de sus errores y de levantarse de sus caídas más fuerte y más maduro, y comunicarle tu fe y confianza en su poder como ser humano.

¿Escucho con toda atención y respeto los verdaderos motivos por los que el ser amado actúa de una determinada forma y le ayudo a que sea cada vez más él mismo, o más bien busco la manera de hacerle cambiar para que se adapte a lo que a mí me gusta o interesa?

Amar a un ser humano es atreverte a mostrarte indefenso, sin poses ni caretas, revelando tu verdad desnuda, honesta y transparente; es descubrir frente al otro tus propios sentimientos, tus áreas vulnerables; permitirle que conozca al ser que verdaderamente eres, sin adoptar actitudes prefabricadas para causar una impresión favorable; es exponer tus deseos y necesidades, sin esperar que se haga responsable de saciarlas; es expresar tus ideas sin pretender convencerlo de que son correctas; es disfrutar del privilegio de ser tú mismo frente al otro, sin pedirle reconocimiento alguno, y en esta forma, irte encontrando a ti mismo en facetas siempre nuevas y distintas; es ser veraz, y sin miedo ni vergüenza, decirle con la mirada cristalina, "este soy, en este momento de mi vida, y esto que soy con gusto y libremente, contigo lo comparto... si tú quieres recibirlo".

¿Frente a la persona amada soy yo mismo/a, me ofrezco en mi estado verdadero y real actual, con mis debilidades y miedos y actuando con total libertad, o trato de ocultar alguno por vergüenza o por temor a que lo pueda utilizar en mi contra?

Amar a un ser humano es disfrutar de la fortuna de poder comprometerte voluntariamente y responder en forma activa a su necesidad de desarrollo personal; es creer en él cuando duda de sí mismo, contagiarle tu vitalidad y tu entusiasmo cuando está por darse por vencido, apoyarlo cuando flaquea, animarlo cuando titubea, tomarlo de las manos con firmeza cuando se siente débil, confiar en él cuando algo lo agobia y acariciarlo con dulzura cuando algo lo entristece, sin dejarte arrastrar por su desdicha; es compartir en el presente por el simple gusto de estar juntos, sin ataduras ni obligaciones impuestas, por la espontánea decisión de responderle libremente.

¿En mis relaciones con la persona amada, estoy pendiente de sus necesidades de apoyo, estímulo, cariño, desahogo..., o más bien voy siempre buscando satisfacer mis necesidades de apoyo, estímulo, cariño, desahogo...?

Amar a un ser humano es ser suficientemente humilde como para recibir su ternura y su cariño sin representar el papel del que nada necesita; es aceptar con gusto lo que te brinda sin exigir que te dé lo que no puede o no desea; es agradecerle a la vida el prodigio de su existencia y sentir en su presencia una auténtica bendición en tu sendero; es disfrutar de la experiencia sabiendo que cada día es una aventura incierta y el mañana, una incógnita perenne; es vivir cada instante como si fuese el último que puedes compartir con el otro, de tal manera que cada reencuentro sea tan intenso y tan profundo como si fuese la primera vez que lo tomas de la mano, haciendo que lo cotidiano sea siempre una creación distinta y milagrosa.

¿Procuro que los encuentros con el ser amado sirvan para el enriquecimiento mutuo que ambos necesitamos, sin exigir nada que el otro no quiera dar; procuro no caer en la rutina, haciendo que cada día esos encuentros supongan una renovación del amor que existe entre los dos?

Amar a un ser humano es atreverte a expresar el cariño espontáneamente a través de tu mirada, de tus gestos y sonrisas; de la caricia firme y delicada, de tu abrazo vigoroso, de tus besos, con palabras francas y sencillas; es hacerle saber y sentir cuánto lo valoras por ser quien es, cuánto aprecias sus riquezas interiores, aún aquellas que él mismo desconoce; es ver su potencial latente y colaborar para que florezca la semilla que se encuentra dormida en su interior; es hacerle sentir que su desarrollo personal te importa honestamente, que cuenta contigo; es permitirle descubrir sus capacidades creativas y alentar su posibilidad de dar todo el fruto que podría; es develar ante sus ojos el tesoro que lleva dentro y cooperar de mutuo acuerdo para hacer de esta vida una experiencia más rica y más llena de sentido.

¿Ayudo de verdad, con todo mi amor y cariño a que el ser amado descubra su auténtica riqueza interior y le estimulo de corazón a que haga todo lo posible por descubrir y hacer fructificar los talentos que posee, para que su vida pueda ser cada día más rica y agradable; o tengo miedo de que, si "crece" mucho, me pueda dominar o no lo/la puedo controlar?

Amar a un ser humano es también atreverte a establecer tus propios limites y mantenerlos firmemente; es respetarte a ti mismo y no permitir que el otro transgreda aquellos que consideras tus derechos personales; es tener tanta confianza en ti mismo y en el otro, que sin temor a que la relación se perjudique, te sientas en libertad de expresar tu enojo sin ofender al ser querido, y puedas manifestar lo que te molesta e incomoda sin intentar herirlo o lastimarlo. Es reconocer y respetar sus limitaciones y verlo con aprecio sin idealizarlo; es compartir y disfrutar de los acuerdos y aceptar los desacuerdos, y si llegase un día en el que evidentemente los caminos divergieran sin remedio, amar es ser capaz de despedirte en paz y en armonía, de tal manera que ambos se recuerden con gratitud por los tesoros compartidos.

¿Ayudo a la persona amada, con amor y libertad, a que respete mis y sus límites, que yo también respeto, y a dialogar con paz sobre las posibles diferencias que puedan existir entre los dos; o tengo miedo de que, si le pongo límites, me pueda dejar de querer o pueda tener una discusión, que quiero evitar ? Amar a un ser humano es ir más allá de su individualidad como persona; es percibirlo y valorarlo como una muestra de la humanidad entera, como una expresión del "hombre", como una manifestación palpable de esa esencia trascendente e intangible llamada "ser humano", de la cual tú formas parte; es reconocer, a través de él, el milagro indescriptible de la naturaleza humana, que es tu propia naturaleza, con toda su grandeza y sus limitaciones; apreciar tanto las facetas luminosas y radiantes de la humanidad, como sus lados oscuros y sombríos; amar a un ser humano, en realidad, es amar al ser humano en su totalidad; es amar la auténtica naturaleza humana, tal como es, y por tanto, es amarte a ti mismo y sentirte orgulloso de ser una nota en la sinfonía de este mundo.

Amar a un ser humano es ir más allá de su individualidad como persona; es percibirlo y valorarlo como una muestra de la humanidad entera, como una expresión del "hombre", como una manifestación palpable de esa esencia trascendente e intangible llamada "ser humano", de la cual tú formas parte; es reconocer, a través de él, el milagro indescriptible de la naturaleza humana, que es tu propia naturaleza, con toda su grandeza y sus limitaciones; apreciar tanto las facetas luminosas y radiantes de la humanidad, como sus lados oscuros y sombríos; amar a un ser humano, en realidad, es amar al ser humano en su totalidad; es amar la auténtica naturaleza humana, tal como es, y por tanto, es amarte a ti mismo y sentirte orgulloso de ser una nota en la sinfonía de este mundo.

¿Procuro ver en el ser amado a un "ser humano" más allá de su individualidad, como una representación de la humanidad, de la que yo también formo parte, a la que yo pertenezco, milagro de ser y de presencia, "nota en la sinfonía del mundo", manifestación viva de una Realidad, mucho más allá de cualquier apariencia?

Amar a un ser humano es ir más allá de su individualidad como persona; es percibirlo y valorarlo como una muestra de la humanidad entera, como una expresión del "hombre", como una manifestación palpable de esa esencia trascendente e intangible llamada "ser humano", de la cual tú formas parte; es reconocer, a través de él, el milagro indescriptible de la naturaleza humana, que es tu propia naturaleza, con toda su grandeza y sus limitaciones; apreciar tanto las facetas luminosas y radiantes de la humanidad, como sus lados oscuros y sombríos; amar a un ser humano, en realidad, es amar al ser humano en su totalidad; es amar la auténtica naturaleza humana, tal como es, y por tanto, es amarte a ti mismo y sentirte orgulloso de ser una nota en la sinfonía de este mundo.

¿Procuro ver en el ser amado a un "ser humano" más allá de su individualidad, como una representación de la humanidad, de la que yo también formo parte, a la que yo pertenezco, milagro de ser y de presencia, "nota en la sinfonía del mundo", manifestación viva de una Realidad, mucho más allá de cualquier apariencia?

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Entiendo que alguien que no se haya parado a pensar mucho en estos temas, pueda decir que conseguir este tipo de amor que propongo es imposible para un ser humano; y yo le diría que estoy de acuerdo según desde el punto en que parta, o mejor, dependiendo de con qué ayuda pretenda contar para lograrlo. No digo que sea fácil, lo que sí digo, por mi experiencia de creyente, es que sin la ayuda de Dios ello sería imposible. San Juan dice que "todo el amor procede de Dios" y yo añado y repito que estoy de acuerdo en que, por mí cuenta, yo solo, sin la ayuda de Dios, es imposible conseguirlo. Para ello, para dar los pequeños pasos que Eva y yo hemos dado en este camino, estamos poniendo en práctica un método que vienen recomendando todas las religiones, y entre ellas de forma especial la Católica, a la que pertenecemos, y que además recomiendan muchísimos psiquiatras y psicólogos, no para este tema en concreto, sino, en general, para mejorar la vida: Practicar la meditación-oración todos los días. Pararnos cada día a pensar en nuestra vida, en cómo va, en cómo mejorarla, etc. y pedir la ayuda divina. Por ejemplo, lo recomienda en sus libros "Tus zonas mágicas" y "Tus zonas sagradas", Wayne Deyer, más conocido como el autor del libro "Tus zonas erróneas",

Creo que merece la pena dedicar unos ratos a "mejorar nuestra calidad de vida", observando con amor cómo va nuestra relación y, entre los dos, ir dando pasos, tranquilos pero decisivos, para mejorarla.

Publicado por CasaBetania el 7 de Marzo, 2008, 16:40 ~ Comentarios (7) ~ Comentar | Referencias (0)

Analizando nuestra vida de amor(II)

¿AMAMOS DE VERDAD?.

Analizando el punto primero del texto de la Carta a los Corintios y adaptándolo a nuestra realidad de pareja, podemos ver que podemos estar haciendo muchas cosas por la relación, que nosotros consideramos de amor (hacer muchos regalos, sacrificarme trabajando, "quemarme" mi cuerpo haciendo sacrificios y todo tipo de privaciones, tener muchos detalles ...), pero todo eso puede que no lo esté haciendo, de verdad, por amor sino para que mi pareja esté tranquila, para que no me dé la lata, para tenerla contenta y así yo poder estar más libre para hacer "mis cosas" ... o por otras razones similares... en lo que hay más egoísmo que amor.

Lo que, de verdad, puede ser un espejo en el que yo pueda ver si lo que yo hago es realmente amor, es el segundo punto, analizando los "frutos" o resultados de eso que yo llamo amor, a saber: ¿Soy siempre paciente? ¿soy capaz de aguantar con paz cualquier cosa que haga mi pareja, aunque a mí no me guste? ¿Le creo todo lo que me dice? ¿Lo aguanto todo? ¿Lo espero todo? ¿Le excuso todo? ...

Me puedes decir, y con verdad, que ése sería un amor perfecto, que el tuyo no llega tan lejos, porque eres un ser humano que tiene unas necesidades .... Y es normal, porque en tu relación no existe sólo amor, sino que, como decimos al comienzo, hay sí una parte de amor, pero también hay una parte de egoísmo, y que es la parte que lleva a satisfacer tus necesidades.

Pero sí que es conveniente que te des cuenta qué es de verdad amor y qué es egoísmo, y que en tu pareja potencies el amor y vayas poco a poco eliminando el egoísmo. Así podrás darte cuenta de que los problemas que pueda existir estarán motivados por el egoísmo tuyo y por el que normal y lógicamente tendrá también tu pareja.

Y de ese juego, de ese análisis, de buscar entre los dos con toda ilusión y cariño, sin los consabidos reproches, la parte de egoísmo que hay en cada uno, de las actuaciones concretas de cada uno, con la ayuda del otro, de la ilusión que ambos pongan en ello, de idear cómo ir eliminando la parte de egoísmo que hay en cada uno, dependerá mucho la marcha de la pareja.

Hace unos días me vino por correo electrónico un texto titulado "Amar a un ser humano", que considero muy adecuado y que sería como un programa de revisión-actuación en este tema del amor. Lo transcribo a continuación. Después de cada punto, yo le he añadido, en letra cursiva-itálica, una pregunta que te puede ayudar a reflexionar, pero que no es la mejor ni la única pregunta que tú te puedes hacer. Dice así:

Lo que, de verdad, puede ser un espejo en el que yo pueda ver si lo que yo hago es realmente amor, es el segundo punto, analizando los "frutos" o resultados de eso que yo llamo amor, a saber: ¿Soy siempre paciente? ¿soy capaz de aguantar con paz cualquier cosa que haga mi pareja, aunque a mí no me guste? ¿Le creo todo lo que me dice? ¿Lo aguanto todo? ¿Lo espero todo? ¿Le excuso todo? ...

Me puedes decir, y con verdad, que ése sería un amor perfecto, que el tuyo no llega tan lejos, porque eres un ser humano que tiene unas necesidades .... Y es normal, porque en tu relación no existe sólo amor, sino que, como decimos al comienzo, hay sí una parte de amor, pero también hay una parte de egoísmo, y que es la parte que lleva a satisfacer tus necesidades.

Pero sí que es conveniente que te des cuenta qué es de verdad amor y qué es egoísmo, y que en tu pareja potencies el amor y vayas poco a poco eliminando el egoísmo. Así podrás darte cuenta de que los problemas que pueda existir estarán motivados por el egoísmo tuyo y por el que normal y lógicamente tendrá también tu pareja.

Y de ese juego, de ese análisis, de buscar entre los dos con toda ilusión y cariño, sin los consabidos reproches, la parte de egoísmo que hay en cada uno, de las actuaciones concretas de cada uno, con la ayuda del otro, de la ilusión que ambos pongan en ello, de idear cómo ir eliminando la parte de egoísmo que hay en cada uno, dependerá mucho la marcha de la pareja.

Hace unos días me vino por correo electrónico un texto titulado "Amar a un ser humano", que considero muy adecuado y que sería como un programa de revisión-actuación en este tema del amor. Lo transcribo a continuación. Después de cada punto, yo le he añadido, en letra cursiva-itálica, una pregunta que te puede ayudar a reflexionar, pero que no es la mejor ni la única pregunta que tú te puedes hacer. Dice así:

Me puedes decir, y con verdad, que ése sería un amor perfecto, que el tuyo no llega tan lejos, porque eres un ser humano que tiene unas necesidades .... Y es normal, porque en tu relación no existe sólo amor, sino que, como decimos al comienzo, hay sí una parte de amor, pero también hay una parte de egoísmo, y que es la parte que lleva a satisfacer tus necesidades.

Pero sí que es conveniente que te des cuenta qué es de verdad amor y qué es egoísmo, y que en tu pareja potencies el amor y vayas poco a poco eliminando el egoísmo. Así podrás darte cuenta de que los problemas que pueda existir estarán motivados por el egoísmo tuyo y por el que normal y lógicamente tendrá también tu pareja.

Y de ese juego, de ese análisis, de buscar entre los dos con toda ilusión y cariño, sin los consabidos reproches, la parte de egoísmo que hay en cada uno, de las actuaciones concretas de cada uno, con la ayuda del otro, de la ilusión que ambos pongan en ello, de idear cómo ir eliminando la parte de egoísmo que hay en cada uno, dependerá mucho la marcha de la pareja.

Hace unos días me vino por correo electrónico un texto titulado "Amar a un ser humano", que considero muy adecuado y que sería como un programa de revisión-actuación en este tema del amor. Lo transcribo a continuación. Después de cada punto, yo le he añadido, en letra cursiva-itálica, una pregunta que te puede ayudar a reflexionar, pero que no es la mejor ni la única pregunta que tú te puedes hacer. Dice así:

Publicado por CasaBetania el 7 de Marzo, 2008, 16:36 ~ Comentar | Referencias (0)

Analizando nuestra vida de amor(I)

 

¿AMAMOS DE VERDAD?

En toda relación de pareja existe una mezcla de amor (te quiero) y de egoísmo (te necesito)

Hemos de enfrentarnos a esta verdad-realidad sin asustarnos, sin querer ocultarlo o ignorarlo, pues de ello puede depender la propia subsistencia de la pareja como tal.

Para darnos cuenta mejor de esta realidad, vamos a poner algunos ejemplos:

Existen varios tipos o maneras de lo que llamamos "amar":

1) En un lado estaría el que dice: "Sin ti no puedo vivir", "si tú me faltas me muero"... y frases similares. El que "ama" de esa forma, se relaciona con su pareja con frases como: "no te pongas esa ropa, no hables así, no quiero que salgas sin mí, no quiero que hables con nadie...". Su constante pueden ser los celos y, para justificarse, dice que el que no tiene celos no ama. En el extremo están los que dicen: "si no eres mío/a no eres de nadie", "si te vas con otro/a te/me mato". Y lo malo es que algunos, creyendo que lo hacen por amor, realizan estos actos.

2) En el otro lado está el que dice: "Yo, aunque podría vivir sin ti, porque te quiero, decido vivir y compartir la vida contigo". El que ama de esta forma diría a su pareja " Te amo tal como eres, sin condiciones, sin pedirte nada a cambio, a no ser lo que tú quieras darme y cuando tú quieras dármelo. Me gustaría que fueras libre, que fueras tú mismo/a, que crezcas cada día como persona, que te ilusiones por la vida, que realices tus sueños, que explotes todas tus potencialidades, ... y me ofrezco para ayudarte a ello y en todo lo que de mí puedas necesitar estaré siempre a tu lado"

Entre estas dos formas, existen otras con muchas variantes ¿A cuál de estas dos formas de amar se acerca más la tuya? Analízalo de verdad y en profundidad. Ya que puede ser que estás creyendo que amas y estás, en realidad, potenciando más el egoísmo que el amor. A lo mejor estás haciendo actos que tú crees de amor y en realidad no son verdaderamente de amor. Y en la medida en que potencies el amor o el egoísmo, la relación irá mejor o peor. Y lo malo es que a veces existen problemas en la relación y no nos damos cuenta de dónde parten, cuál es el origen, y nos complicamos la vida y no acertamos a hacer un diagnóstico certero.

Muchas veces vamos por la vida sin pararnos a pensar, metidos en los trabajos, en todas las ocupaciones de la vida... Enfréntate tranquila y pacientemente a uno de los problemas que van a condicionar de forma importante tu "calidad de vida" familiar, con toda normalidad, siendo de verdad sincero/a y llamando a las cosas por su nombre. No pasa nada por cualquier situación que puedas descubrir. La mejor, quizás la única manera de poder resolver un problema, es siendo consciente de cuál es de verdad el problema. La mejor forma de poder curar una enfermedad es hacer un verdadero diagnóstico. Una vez hecho, el problema es más sencillo.

Y para este diagnóstico vamos a utilizar la mejor definición de amor que conozco y que parece que ha sido utilizada en muchos congresos de psiquiatras y psicólogos en los que se ha debatido el tema del amor. Y es el que se halla en la Biblia: 1ª Corintios 13, 1-8:

"Aunque hable las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Aunque tenga el don de profecía, y conozca todos los misterios y toda la ciencia; aunque tenga plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo amor, nada soy. Aunque reparta todos mis bienes, y entregue mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, nada me aprovecha.

El amor es paciente, es amable; el amor no es envidioso, no es jactancioso, no se engríe; es decoroso; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. El amor no acaba nunca".

Publicado por CasaBetania el 7 de Marzo, 2008, 16:32 ~ Comentar | Referencias (0)

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